Conclusión
La lectura representa un componente esencial en el desarrollo del pensamiento humano, ya que es una herramienta que estimula la reflexión y la construcción del conocimiento. A lo largo de la investigación, se ha evidenciado que la lectura no solo permite adquirir información, sino que también contribuye significativamente al desarrollo de habilidades cognitivas, lingüísticas y sociales. Comprender sus generalidades, beneficios y la importancia de las estrategias lectoras permite asumir un rol más crítico frente a la información y al mundo que nos rodea. Además, al incorporar la interpretación de textos y el razonamiento lógico-verbal, la lectura se transforma en un proceso activo que potencia la autonomía intelectual. La lectura es, sin duda, un puente entre el aprendizaje formal y el desarrollo personal, por lo que resulta esencial promover su práctica y comprensión desde etapas tempranas para formar ciudadanos reflexivos, responsables y comprometidos con su entorno social y cultural.
Comentarios
Publicar un comentario